miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ciudad de pocos colores

En una ciudad donde todo es color, mis monocromáticos compatriotas prefieren ir perfectamente coloreados de un intenso azul diestro o el zurdísimo rojo escarlata del cual huimos. Los altisonantes adjetivos cruzan de izquierda a derechas con el mismo significado.

Me alejo, me escondo porque nunca he decidido pintarme del mismo color que el resto de mi rebaño. Leo y solo me queda el espanto. Asumo el juicio mientras sigo creyendo en el caleidoscopio que es la vida.

1 comentario:

  1. Bella canción Fito marco una etapa de mi.
    Un besote un gusto pasar por acá

    ResponderBorrar