En una ciudad donde todo es color, mis monocromáticos compatriotas prefieren ir perfectamente coloreados de un intenso azul diestro o el zurdísimo rojo escarlata del cual huimos. Los altisonantes adjetivos cruzan de izquierda a derechas con el mismo significado.
Me alejo, me escondo porque nunca he decidido pintarme del mismo color que el resto de mi rebaño. Leo y solo me queda el espanto. Asumo el juicio mientras sigo creyendo en el caleidoscopio que es la vida.
Bella canción Fito marco una etapa de mi.
ResponderBorrarUn besote un gusto pasar por acá